Un líder nace y se hace. ¿Qué clase de líderes necesitamos? Segunda parte

Un líder nace y se hace; es una capacidad que poseemos los humanos y únicamente requiere ser ejercitada. Suena demasiado sencillo ¿verdad?, el problema es que estamos tan acostumbrados a las dificultades que no faltará quien diga: “si así fuera, habría millones de líderes”. En realidad todos podemos serlo, las mamás pueden empezar en el hogar. Según David Fischman: “El liderazgo personal se logra cuando el individuo emprende el camino trabajando su autoestima, creatividad, visión, equilibrio y capacidad de aprender.”[1] Cuando los niños son pequeños es una responsabilidad de madres y/o padres afianzar su confianza; inculcarles el respeto hacia ellos mismos y hacia los demás; fortalecer su autoestima; criarlos con valores universalmente reconocidos para que al crecer tengan principios sólidos y traten de ser objetivos en su percepción sobre las situaciones y las personas.

“El liderazgo interpersonal se logra posteriormente cuando la persona domina la comunicación, aprende a dirigir a otros y a entregarles el poder, a trabajar en equipo y a servir a sus seguidores.”[2]

La función de la educación en casa es indispensable para forjar el carácter de los buenos líderes, la interacción entre los miembros de la familia es asimilada por chicas y chicos, por ello si sus opiniones son estimuladas y tomadas en cuenta aprenderán a defender sus puntos de vista con seguridad. Ninguna tarea puede emprenderse si no se cree ciegamente en ella, en el camino se encontrarán tropiezos que pondrán a prueba al líder y a sus seguidores, sólo quienes están convencidos y fuerza de carácter llegan a la meta. La familia puede dar las herramientas necesarias para que niños, jóvenes y aun los adultos asuman roles protagónicos como líderes positivos y convenientes para la sociedad, porque hay de líderes a líderes. Hay niños y jóvenes que encabezan grupos para agredir y molestar a sus pares, eso también se aprende en el seno familiar.

Otro aspecto que debe inducirse en el hogar es terminar las obras emprendidas, los buenos líderes sobresalen entre los demás porque completan las tareas, por eso es importante no permitir que las cosas se queden a medias, es en beneficio del futuro de los niños: “El poder comprometernos con nosotros mismos y de mantener esos compromisos es la esencia del desarrollo de los hábitos básicos de la eficacia. El conocimiento, la capacidad y el deseo están dentro de nuestro control… Es en los acontecimientos ordinarios de la vida cotidiana  donde desarrollamos la capacidad proactiva para hacer frente a las extraordinarias presiones de la vida. Así nos comprometemos y mantenemos los compromisos…” [3]

Como adultos sabemos lo difícil que es mantener las esperanzas frente a los obstáculos, enseñar a los hijos a enfrentar y sortear las dificultades redundará en grandes beneficios para ellos y las personas a su alrededor: “La sola fe en la grandeza de la empresa y en las posibilidades de realización despierta en el jefe las energías bastantes para excederse a sí y para arrastrar a los otros a seguirle”. [4]

También sabemos que el optimismo es muy frágil, sin embargo  está científicamente comprobado la importancia del pensamiento para alcanzar el éxito: “Nuestros pensamientos son escultores de la obra de nuestra vida. Cómo los utilicemos depende sólo de nosotros mismos. Si tenemos una piedra entre las manos, podemos destruirla o esculpir con ella una maravillosa obra de arte.”[5]

Pero, si por alguna razón no obtuvimos lo anterior al interior de nuestra familia, nunca es tarde, los seres humanos podemos reinventarnos una y otra vez, podemos aprender a ser los líderes que necesitamos… Continuará


(1) Fischman, 2003, p. 18

(2) Ibíd. p. 19

(3) Ibíd. p. 27

(4)  Covey, p. 106

(5) Courtois, p. 34

Bibliografía

Fischman, David. 2003. El camino del líder. Sabiduría ancestral aplicada al liderazgo. Editorial Aguilar, Courtois, Gastón. 1963. El Arte de Dirigir. Madrid: Sociedad de Educación “Atenas”, S.A.
Covey, Stephen R. 2001. Liderazgo Centrado en Principios. México: Paidós.

http://www.facebook.com/lourdes.chavezsandoval

 

3 comentarios

  1. Patricia said,

    10 marzo 2010 a 22:36

    Hola prima,
    El tema me parece muy interesante, y hablando de Liderazgo John Kotter nos recuerda: «El liderazgo no es algo mistico y misterioso. No tiene nada que ver con tener carisma o cualquier otro rasgo exótico de la personalidad. No es el dominio de los elegidos».
    En mi punto de vista creo que para ser un líder, el individuo debe estar dispuesto a entregarse al grupo que comanda, creer en lo que hace y trabajar arduamente, así como aceptar la responsabilidad de los hechos y sus consecuencias.
    Como te dije es un tema apasionante y lo has abordado muy bien.
    Un abrazo

  2. andrea said,

    18 junio 2010 a 15:14

    bueno me parece interesante…..gracias

  3. 26 septiembre 2013 a 15:01

    […] El líder nace o se hace […]


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