El Estudiante

El Estudiante

Atendiendo a la recomendación de Claudia fui al cine y vi la película El Estudiante, no creo que la nominen para el Oscar® porque no hay desnudos, sexo, violencia extrema, no. Probablemente muchas personas pensarían que es previsible o que las tipologías ahí representadas son irreales en la actualidad.

Sin embargo, me encantó, la disfruté muchísimo… hasta lloré.

Mi hija fue asistente de producción en una película mexicana hace dos años, por eso sé lo difícil que es para quien quiere hacer cine en nuestro país conseguir financiamiento, muchas cosas se obtienen con préstamos de buena voluntad y con mucho talento desconocido, se trabajan jornadas largas y arduas y hay mucha frustración.

Si bien este filme se hizo con el apoyo de buenos patrocinadores, no parece una superproducción americana o europea, pero me gustó mucho el tema, el fondo y la forma: naive, muy naive y por eso diferente, fresca, tal vez se queda corta, pero creo que debemos apoyar a los directores nacionales.

Ojalá se animen a darse y darles  la oportunidad, recuerden que sólo pueden aprender a hacer buen cine, si acudimos a las salas, además si vamos a ver larguísimos churros, ¿por qué no ir a ésta? Total, si no les gusta, me reclaman aquí.

Exposiciones en el centro, un viaje por el túnel del tiempo

Antonio Torres, San Francisco Xavier cargando a un indio, 1721.

Antonio Torres, San Francisco Xavier cargando a un indio, 1721.

Óleo sobre tela. Colección: Pinacoteca del Templo de San Felipe Neri La Profesa. México, D. F. (En préstamo a la exposición Cicatrices de la Fe)

Exposiciones en el centro, un viaje por el túnel del tiempo

Banamex: 125 años, 125 obras

No sé qué opinen ustedes, pero a mí me fascina caminar por el centro del Distrito Federal. No me canso. De hecho lo hago muy seguido y en cada paseo descubro nuevos detalles. He ido varias veces a las exposiciones del Antiguo Palacio de Iturbide (hoy Palacio de Cultura Banamex) y en esta ocasión el nombre de la exposición invitaba.

Así, entramos los tres: Isaac, mi ignorancia y yo. Desde el principio me di cuenta de que Isaac iba a estar más exigentito porque me quedé viendo una obra llamada “Amaos los unos a los otros” que está frente a la puerta principal y dije que me parecía que eran demasiadas líneas rectas y que los atuendos y el calzado no eran armónicos (las mujeres estaban vestidas a la usanza del charleston, pero descalzas). Isaac volvió a verme mientras yo enumeraba mis objeciones y me dijo: “es de Ángel Zárraga”. “Mmm…”, aun así, mi opinión era la misma y eso no implicaba que me disgustara.

Pasamos a la sección de la obra novohispana, para ser sincera ahí quedé impactada con los marcos (pensé que mi amigo Alejandro –dueño de una tienda de marcos llamada Cavalatti en la colonia Condesa– estaría feliz con esas obras de arte), de maderas preciosas incrustados con concha nácar.

Una vez más emití mis comentarios en voz alta, por favor quien lea estas líneas discúlpeme, pero ya había mencionado en otra entrega que para mí el valor del arte está en lo que me mueve, en lo que me hace sentir. En esta sección encontré figuras deformadas, en su mayoría religiosas. Como ustedes saben ésa es una de las características del arte de esa época. Aquí Isaac me dio una lección completa de cuándo se desarrolló la proporción y cuándo llegó a América.

Si no los critico, sólo digo lo que veo.

Inmediatamente después hacen su aparición los retratos por  encargo -¡qué bueno que no había Photoshop!-, así descubrimos cómo eran todos esos desconocidos.

Según me ha dicho Bruno (él debe saber porque estudia Historia), las ordenanzas prohibían que se alteraran las imágenes de los retratados, así como impedían vestirse con ropa que no era propia del género o del estrato social.

En esa época no había clases sociales como las conocemos ahora, sino estratos a los que se pertenecía básicamente por el color de la piel y por los contactos y las posesiones materiales. Una manera de mostrar a la sociedad la posición y el linaje era con los atavíos que en los retratos son muy  llamativos. Es importante recordar que los temas de las obras no podía desafiar al poder civil ni al religioso.

Mención aparte merece la pintura de una monja coronada que muestra todo el esplendor y relevancia de la ordenación. Dada la importancia de este tema, estas alegorías constituyen, por ellas solas, una categoría completa dentro del arte.

Una sección que me pareció no sólo atractiva sino divertida es la de las castas.

Para que Bruno sepa que sí le pongo atención cuando me da mis lecciones, les comento que mestizo es una categoría general, en ella cabe toda clase de mezcolanza (bueno esto lo parafraseo yo) misma que desde mi punto de vista explica una serie de cuadros que (a mi parecer) veladamente nos indica cómo se relacionaban los patrones con las esclavas.

Me sorprendió ver a los negros ahí retratados, elegantemente vestidos (no por discriminación sino porque en esa época eran esclavos). Una vez más fui ilustrada en mi desconocimiento, el esclavo, que sólo podía ser negro, era una extensión del dueño, por eso tenía que verse de acuerdo con el linaje de su amo.

En lo concerniente a los cuadros sobre las castas aunque no hay una gran cantidad, es suficiente para recrearnos leyendo en la misma pintura los nombres atribuidos a las personas nacidas de las mezclas.

No puedo decir que sea la exposición que más he disfrutado en ese recinto, pero vi material que ya conocía y que me fascina como el Biombo de los Cuatro continentes y el del Encuentro de Cortés y Moctezuma, de Juan Correa.

Ahí está el cuadro de La vendedora de alcatraces de Diego Rivera que aunque siempre me ha gustado, me parece deslucida su colocación.

Si bien no sé de museografía, me parece, y mi opinión es como visitante de museos, que las cédulas de los cuadros son muy pobres; hay obras maltratadas; para un país que quiere visitantes extranjeros no tenemos letreros bilingües y creo que Banamex puede ofrecer material de esa calidad.

Considero que las exposiciones en ese maravilloso edificio han caído en la monotonía, no hay creatividad ni innovación, sin embargo, vale la pena visitar la exposición.

La que sí me pareció extraordinaria fue la de Cicatrices de la Fe en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Hace algunos meses una persona de con alto grado de estudios (en su área) me dijo que no le gustaba el arte religioso, yo (como dijo Bora) respeto posiciones y preferencias, pero quiero gritar a los cuatro vientos (o por lo menos decir en mi blog) que no es necesario ser religioso, católico, ni siquiera afecto al arte, el recorrido por esa exposición El Arte de las Misiones del Norte de la Nueva España, 1600-1821 tiene algo…

La música sacra (no de esa que le pone a uno los pelos de punta) suave y bien escogida acompaña al visitante por su recorrido, pone a la gente a tono de terapia de relajación.

Unos rostros maravillosamente detallados, expresivos, nos van conduciendo por una historia que puede gustarnos o no, pero que sucedió: La evangelización de nuestra tierra.

No podría decir exactamente qué fue lo que más me gustó, pero La mística ciudad de Dios (1706) de Cristóbal de Villalpando (a quien conozco por el Padre Luis Martín Cano) fue una sacudida para mí.

Las obras que retratan a San Francisco Xavier predicando también fueron de mis preferidas aunque conocía algunas porque se encuentran de manera permanente en uno de los recintos más maravillosos y desconocidos de los mexicanos y que pronto les presentaré.

La Virgen de la Luz con los Indígenas (1732) de Luis Mena (reproducción abajo) me pareció la fiel representación de lo que sucedió en la Nueva España: la conquista a través de la religión (estoy siendo simplista). 

Óleo sobre tela. Colección The San Diego Historical Society. San Diego, California. E.E.U.U.

Óleo sobre tela. Colección The San Diego Historical Society. San Diego, California. E.E.U.U.

Les comparto que las esculturas de los Cristos no me gustaron nada, pero ese problema es mío, ese tipo de piezas me crispa los nervios.

Si de verdad quieren pasarse un fin de semana de museos, éstas son mis dos sugerencias de la semana, pero estén atentos porque pronto les presentaré a la joya de la corona: la Pinacoteca del Templo de San Felipe Neri La Profesa, si no la conocen, todavía les falta mucho por ver…

Los dejo con esta cita:

 “Con la lengua explican los hombres sus conceptos, comercian entre sí, dan leyes los Magistrados, sentencian los jueces, y se conservan las Repúblicas: con la lengua se componen los disturbios más belicosos, los rebelados se pacifican, los crueles se amansan, los empedernidos se ablandan, los bárbaros se sujetan, las traiciones se descubren, los hombres y costumbres se conocen, y las naciones se gobiernan: Con la lengua se adelantan los Reinos de Vuestra Majestad, y se dilata el Reino de Dios, y con ella también se reducen al gremio de nuestra Madre la Santa Iglesia Católica los Bárbaros y Gentiles, y los pecadores se convierten”.

Thomas de Guadalajara,

Compendio del arte de la lengua de los tarahumaras y guazapanes, Puebla,

 Diego Fernández de León, 1683, Dedicatoria.

Exposición Cicatrices de la Fe.

 Agosto de 2009

Gracias a Alfonso Álvarez por escanearme las imágenes del folleto Cicatrices de la Fe. 

Para más imágenes

 

 

Suerte te dé Dios, que el saber poco te vale…

Ahí estaba yo cuando trabajaba para mi papá (recién regresada de estudiar en Estados Unidos), haciendo una tarea a mi manera cuando llegó mi papá y me dijo: “Te sugiero que hagas esto de otra forma porque va a ser más fácil”. Recuerdo que lo miré (convencida de que yo estaba en lo correcto) y le pregunté si era una sugerencia o una orden.

En vez de contestarme directamente (como es su costumbre) me platicó que una vez el Presidente del consejo de administración (léase dueño) de una empresa mexicana, que en el tiempo de su anécdota estaba en crecimiento (ahora es una transnacional), puso sobre la mesa una recomendación para que fuera analizada, evaluada y aprobada por los consejeros.
Después de revisarla, varios miembros dijeron que era interesante, pero no lo suficiente para tomarla en cuenta y la desecharon, uno de ellos dijo: “Después de todo  sólo era una recomendación”. El presidente se dirigió hacia la puerta de la sala donde estaban reunidos y antes de cerrar la puerta tras de él comentó: “Efectivamente, es sólo una recomendación, pero antes de desecharla tengan en cuenta quien la está haciendo”. Cerró la puerta y no espero a oír la aprobación de su propuesta.
Quisiera darle un toque sentimental a esta narración y decir que mi papá tampoco esperó para verme cambiar la forma de hacer lo que me había asignado. No, seguí haciéndolo como se me dio mi regalada gana, que para eso soy libre, y ya avanzado en una tercera parte me di cuenta de que estaba mal y tuve que volver a empezar (¡ah, pero eso sí!, fue porque quise, así he sido de necia, ni modo).
Según dicen quienes lo conocen, César Nava hace mucho dejó de ser la persona que estaba en contacto con amigos, simpatizantes, adherentes y militantes del PAN. El que iba a Santa Mónica a misa con su familia.

De hecho, gente que lo conoce (o mejor dicho conocía) bien comenta que desde el momento en que empezó a trabajar en Los Pinos, se olvido de la gente talentosa que había conocido, incluso cuando la gente le preguntaba a su papá por qué César no contestaba las llamadas, el pobre hombre se veía en dificultad para justificarlo diciendo que estaba muy ocupado.
Sin duda, César Nava no ha llegado a la posición más alta que anhela, pero sí es cierto que ese camino gane o pierda no lo recorrerá acompañado de amigos, aquellos a quienes invitó o persuadió para registrarse y convertirse en panistas. No, sus compañeros son otros, esos que ahora le presentan los escenarios que quiere ver.

¿Qué le pasa a esta gente? ¿Qué sucede cuando se sienten tan cerca del poder máximo (aunque sea relativo)? Por qué se olvidan de los amigos que los acompañaron cuando ser panista era luchar contracorriente, ¿por qué olvidaron que entre sus filas hay operadores, planeadores, estrategas, administradores, historiadores?, toda una gama de profesionistas CAPACES de sacar a este país adelante.
Si el PAN no gana en 2012, no veo a Peña Nieto o a Ebrard (¿?) invitando a trabajar en su equipo a un panista como Secretario del Trabajo o de Hacienda. No veo a miles de panistas trabajando en las secretarías de estado comandadas por priistas, como sucede ahora en el caso opuesto. No, ellos no van a compartir el pastel, lo quieren completo.
¿Por qué César Nava y compañía no llamaron a colaborar con ellos a gente valiosa? ¿Será que la amnesia es un padecimiento inherente al ascenso al poder? ¿Es un daño colateral? ¿Reclutan gente para luego olvidarla? ¿Se les olvidó para qué querían ganar?
A mí me gustaría saber ¿cómo se realizó la selección de funcionarios designados como responsables (algunos más bien irresponsables) de las direcciones generales, direcciones de área, subdirecciones, ¿se hizo un análisis minucioso de las características, experiencia y trayectoria de cada uno. ¿Se les hizo un examen psicométrico o de habilidades? ¿Quién determinó cuándo, cómo, dónde y por qué?
¿Será que en cada caso bastó una recomendación, una llamadita?, ¿Cómo fue que “los rebeldes sin causa y sin estrategia” se aplacaron? ¿Recibieron su recomendación?
Hay quien dice que a César Nava hay que darle el beneficio de la duda. Pues déjenme decirles que realmente espero equivocarme porque, por lo pronto, lo único que veo es LA DUDA DEL BENEFICIO.
No quiero dejar pasar la oportunidad de citar a Giovanni Sartori cuando dice que: “La libertad de pensamiento postula que el individuo pueda abrevar libremente en todas las fuentes del pensamiento y también que sea libre para controlar la información que recibe en forma escrita y oral; y ello carece de valor si no está basado en un anhelo de verdad y de respeto por la verdad: la verdad de lo que efectivamente sucedió, de lo que es cierto que se haya escrito o dicho. Si falta la base de este valor –el respeto y la búsqueda de la verdad–, la libertad de pensamiento fácilmente se convierte en libertad de mentir y la libertad de expresión deja de ser lo que era. No podemos impedir de modo alguno que la libertad de pensamiento y de expresión se transformen en libertad para propagar lo falso; no obstante, tenemos el derecho, y también el deber, de pensar mal”. Sartori, Giovanni. ¿Qué es la democracia? México: Taurus. Pp. 101-102
 Hoy, yo pienso mal.

 
Respuesta a Javier:
Creo que a Germán le falló la derecha porque él no la tenía entrenada, no la cultivó, ya habíamos dicho que era un fajador, no un técnico. A la hora de la hora, lo único que pudo meter antes de caer… fue la pata.
¡Suerte panistas!

El arte de seducir con el arte: Tamara de Lempicka

Cuando llegué el sábado al Palacio de Bellas Artes no sabía quién era Tamara de Lempicka ni qué había pintado. Me gusta acudir así a las exposiciones o al cine: llena de ignorancia. De esa manera, todo es una sorpresa -a veces desagradable como la película Enemigos Públicos con Johnny Depp y otras una experiencia placentera y perdurable-.

No soy ninguna experta en arte, pero iba con Isaac y él conoce bastante el Art Decó (es difícil acompañar a conocedores por aquello de las metidas de pata). Cuando empezamos el recorrido pensé (lo que siempre pienso) que para los mortales comunes y corrientes (como yo) el gran impacto de las obras no son los recursos técnicos sino aquello que nos hace sentir cómo fluye la sangre a través de nuestro cuerpo cuando las vemos.

La primera sala me gustó, pero a Isaac le encantaron La madre superiora y La madonna (las pinturas). Reconozco que esos ojos son expresivos, impresionantes y atractivos y, aunque para mí esos cuadros eran interesantes, eso era todo (tal vez los expertos morirían si leyeran este comentario). En la segunda sufrí una confusión que siempre experimento en esa sala del recinto: empecé el recorrido por el final. Entonces, cuando vi las pinturas llamadas Las dos amigas; Mujeres en el baño; Dos desnudos en perspectiva; Desnudo con edificios y Desnudo reclinado con libro comenté con Isaac que me parecía que esa mujer era lesbiana.

No hubo respuesta, pero ante la falta de reacción tuve la necesidad de regresarme, tenía que volver a ver Mujeres en el baño, uno de los cuadros más eróticos que he visto en mi vida. Todo es sutileza, unos rojísimos labios femeninos que apenas rozan el brazo de su compañera, una mano que casi no tocaba una pierna, una actitud pudorosa y atrevida al mismo tiempo. ¡Un derroche de sensualidad! Los textos al final de esa sala (en realidad el principio) confirmaron mi sospecha: Tamara era una liberal en cuanto a su sexualidad (así decía el resumen).

La capacidad de transmitir (me) un gran erotismo fue confirmada para mí en la obra La túnica rosa, tal vez para muchos no era más que una “gordita” atrevida. ¡Qué manera de atreverse y de comunicarlo!

En general, la obra de Tamara resalta las formas redondas, ¡por fin! La gordura no es pecado, esos retratos me permitieron confirmar que se puede ser atractiva independientemente de ser Claudia Shiffer o Jennifer López. Las mujeres comunes y corrientes pueden ofrecer y dar placer, sólo necesitan a la persona adecuada para apreciarlas y para amarlas. En el descubrimiento está el enigma.

¿Habrá todavía hombres y mujeres que vean más allá de delgadez y gordura? Arte, inteligencia, amor, dedicación, fidelidad…

Paradójicamente, Tamara fue una mujer con serios problemas depresivos; se casó dos veces; estuvo de moda; perdió vigencia y luego la recuperó. Altibajos por doquier.

Me da mucho gusto que Isaac me haya presentado a Tamara, me fascinó su obra, me intrigó su vida. ¿Cuántos artistas habrá con grandes talentos a quienes no conocemos porque no tienen los medios para ser exhibidos o los contactos para ser difundidos? Estoy pensando en organizar algún evento y encontrar a nuestros artistas. Tal vez no en este momento porque hay recesión y no compramos, pero más adelante ¿se animan?…

Hasta la próxima.

Mujeres en el baño

Esta obra es mujeres en el baño. Por favor vean: la mano en la pierna y los labios en el brazo. Busquen muchos otros detalles

 

Para Tere: La túnica rosa

Para Tere: La túnica rosa

Las dos amigas. Incluyen pancita y no por eso son menos atractivas.

Las dos amigas. Incluyen pancita y no por eso son menos atractivas.